EL TIEMPO Y EL ESPACIO
La antigua civilización griega se desarrolló entre los siglos VIII y I a. C. en un territorio al que sus habitantes denominaban Hélade. Comprendía el sur de la península Balcánica Y diversas islas de los mares Egeo y Jónico, al igual que la costa occidental de Asia Menor, en la actual Turquía.
Este medio físico presentaba unos rasgos muy característicos:
- La proximidad del Mar. Eso propició los viajes marítimos y el contacto comercial con las civilizaciones egipcia y mesopotámica.
-El carácter montañoso que dificultaba las comunicaciones por tierra y limitaba la agricultura a los valles.
Esto favoreció la organización de los griegos en ciudades – estado, independientes, y aunque nunca formaron un único estado entre ellas existía un cierto sentimiento de unidad al hablar la misma lengua y adorar a los mismos dioses.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE GRECIA
La época arcaica. (Siglos VIII a. C al VI a. C).
Las polis eran Ciudades estado independientes, formadas por un núcleo urbano y tierras de labor, bosques y pastos que lo rodeaban. Existieron más de doscientas polis, cada una tenía sus propias instituciones de gobierno, leyes, ejército y moneda. Las más famosas fueron Atenas (en el valle del Ática) y Esparta, (en la región de Laconia).
Las colonizaciones fueron migraciones de ciudadanos de las polis que establecieron colonias en las costas del Mar Negro y del mar Mediterráneo. Las causas fueron muy variadas, pero sobre todo influyó el aumento de la población en relación a los recursos de cada polis y el desigual reparto de las tierras. A consecuencia de estas colonizaciones la influencia griega se extendió por todo el Mediterráneo, difundiendo el uso del hierro, la moneda, el alfabeto, el urbanismo y el arte.
En esta época la clase social dominante era una minoría de privilegiados que por nacimiento o por fortuna poseían la tierra y la autoridad, formando gobiernos oligárquicos ( gobierno de unos pocos).
La época Clásica: (490 a. C al 338 a. C).
Fue el mayor periodo de esplendor de las polis griegas. Las más importantes en esta época y que eran totalmente distintas fueron:
Esparta. En Laconia o Lacedemonia. Estaba muy militarizada, impuso su poder mediante la conquista. Su gobierno era oligárquico, sus habitantes despreciaban las bellas artes al no ser útiles para la guerra. Su economía se basaba en la agricultura.
Atenas. En la región del Ática,tenía un gobierno democrático, y su economía se basó en la agricultura y el comercio. Alcanzó un gran esplendor cultural con el gobierno de Pericles, en el siglo V a. C.
Las Guerras Médicas y la Guerra del Peloponeso.
Las Guerras Médicas:
A principios del siglo V a.C. los persas intentaron controlar las costas del Asia Menor en las que se asentaban colonias griegas que se rebelaron contra ellos. La mayoría de las polis griegas se unieron en la lucha contra ellos. La flota y el ejército ateniense fueron decisivos para vencer a los persas en la batalla de Maratón (490 a. C), en la batalla naval de Salamina (480 a. C) y en la batalla de Platea (479 a. C).
Al término de la guerra Atenas y otras polis establecieron la liga de Delos que era una alianza defensiva contra los persas.
La Guerra del Peloponeso. (431 a. C al 404 a. C).
Algunas ciudades quisieron abandonar la Liga de Delos, y Atenas se lo impidió por la fuerza, trasladando el tesoro de la Liga a Atenas donde lo usó para embellecer la ciudad que había sido saqueada por los persas. Esto provocó tensiones y enfrentamientos entre los dos bandos, capitaneados por Esparta y Atenas. Tras años de lucha venció Esparta, aunque su hegemonía duró poco, siendo derrotada al poco tiempo por Tebas.
Mientras las ciudades griegas se debilitaban el rey Filipo II de Macedonia organizó un poderoso ejercito. Este reino estaba influido por la cultura griega, aunque los griegos siempre los habían considerado un pueblo con costumbres y cultura bárbaras. Tras casi veinte años de campañas militares consiguió imponer su dominio sobre todo el territorio griego, salvo Esparta, en el año 338 a. C.
La Época helenística. (338 a. C – 30 a. C).
Tras el asesinato de Filipo II, su hijo Alejandro Magno. (356 a, C – 323 a. C). Prosiguió la expansión territorial iniciada por su padre. Con un ejército de unos 40.000 hombres conquistó el imperio persa y formó un gran imperio, desde el Egeo hasta la frontera con la India. A la muerte de Alejandro sus generales (diádocos) se repartieron el imperio creando las monarquías helenísticas. Gobernaron con poder absoluto, fundaron ciudades como Pérgamo, Antioquia. Favorecieron el asentamiento de ciudadanos griegos, lo que contribuyó a la difusión del helenismo. Las monarquías helenísticas fueron finalmente conquistadas por Roma.